El ser o no ser responsable finalmente hace la diferencia entre una persona y otra.
La disciplina positiva nos da pistas de cómo cultivar la responsabilidad en l@s hij@s.
¿Por qué es importante que los hijos o hijas sean "responsable"? Más allá de querer aliviar el momento de estrés de cuando l@s hij@s no hacen sus tareas, no cumplen con sus compromisos o no se hacen cargo de los errores, lo cierto es que existe en los padres y madres una visión a "largo plazo" respecto del valor de ir desarrollando el "sentido de responsabilidad" en l@s niñ@s dado lo beneficioso que esto será para lograr autonomía y la necesaria seguridad en sí mismo cuando tengan que afrontar los desafíos de la vida tanto en la adolescencia como en la vida adulta.
En su libro "Disciplina Positiva", Jane Nelsen nos dice que "los niños no desarrollarán responsabilidad si los padres y maestros son demasiados estrictos, controladores o permisivos"
Cuando el estilo de crianza es riguroso, los padres y madres se muestran con un control muy estricto sobre el comportamiento de sus hij@s y estos saben qué hacer o no hacer respecto a su conducta. En estos casos el "castigo" es un recurso frecuente y los niñ@s no llegan a tomar decisiones por sí mismos dado que el "locus de control" es externo. Esto quiere decir que ell@s perciben que el lugar (:locus) donde ocurre el control de sus vidas "está afuera de su persona", es decir, en sus padres, quienes finalmente determinan sus vidas y en consecuencia l@s niñ@s, no alcanzan a desarrollar la seguridad necesaria para "tomar decisiones" por ellos mismos.
En el caso de un estilo de crianza permisivo, los padres y madres se muestran relajados en cuanto al control de la conducta de sus hij@s, permitiendo que ell@s decidan lo que quieran o no hacer sin importar mucho las consecuencias de sus actos. En estos casos los niñ@s no terminan desarrollando el concepto de "empatía", tan valioso para generar relaciones interpersonales e inteligencia emocional.
En tanto se mantenga en el tiempo uno u otro estilo (estricto o permisivo) estaremos ante niñ@s que al no desarrollar habilidades y recursos hoy, podrían no ser capaces en el futuro de tomar decisiones por si mismos o no lograrían la suficiente empatía y sentido de contribución en su vida adulta.
Sin darnos cuenta, poco a poco, van pasando los años y también la oportunidad de cultivar en los hijos e hijas el preciado sentido de responsabilidad a través de herramientas y estrategias que la disciplina positiva nos regala.
Rudolf Dreikurs, uno de los precursores de los principios y fundamentos de la disciplina positiva, recomendó a los padres y madres: "no haga nada por un niño o niña que él o ella ya pueda hacer por sí mismo/a". En verdad, es una excelente clave para que los niños y niñas descubran de lo que son capaces y de esta forma inicien el beneficioso camino de la responsabilidad.
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