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Si te portas mal ...

Cuando condicionas un comportamiento a recibir un "premio o castigo" le estás restando valor a tu hij@. Te explico porque.




Es más fácil decirle a nuestros hijos: "sí te portas mal (si no comes toda la comida) el viejito pascuero (papá Noel) no te va a traer ningún regalo" ... y de esta manera amenzar o presionar a que hagan o dejen de hacer algo. ¿Te ha pasado algo similar? Ocurre que en verdad resulta exitosa esta amenaza y seguimos utilizando dicha estrategia sin darnos cuenta el patrón perverso que estamos instalando. Aclaremos algo.


Tu hijo/a obviamente quiere recibir un regalo. Tu hijo/a también confía en ti y te cree.


Al "estorcionar" una determinada conduucta con un "premio o castigo", estamos restándonos de la oportunidad de enseñarles la importancia de hacer o dejar de hacer algo en sí mismo y de esta forma van aprendiendo a "motivarse" únicamente ante la existencia de un "factor externo" poderoso.

Es posible que alguna vez tu hij@ te haya dicho que no quería irse de la plaza de juegos (o algo similar) y después de tanta y tanta resistencia, tu prometiste comprarle un helado, o que le permitirías un videojuego al llegar a la casa ...con tal que se fueran de la plaza.


¡Tranquilos! Este recurso lo hemos usado muchos padres y madres en todo el mundo.




Lo que queremos evitar es que solo actúen o dejen de actuar ante una recompensa/castigo y vayan asimilando el sentido de la responsabilidad personal al valorar la importancia de hacer o no hacer algo en sí mismo. De lo contratrio estarán generando un "dependencia externa" de sus compartamientos sin cultivar en ellos/as la capacitad de la "autodeterminación" ... esa soberanía en la propia toma de decisiones cuando lleguen a la vida adulta. Pensamos siempre en el largo plazo. Ya sabemos que algún día harán su propia vida.



¿Qué podríamos hacer?

Para irse de la plaza de juegos. (a modo de ejemplo)

  • Anticipa con anticipación: camino a la plaza explícale que a detrminada hora será el momento de volver a la casa para llegar a tiempo a bañarse, cenar, etc. y que le avisarás cuando llegue ese momento.

  • Retroalimenta la anticipación: al llegar a la plaza chequea (antes de ponerse a jugar) que haya entendido lo que estableciste antes y dale un abrazo.

  • 5 minutos antes: (del momento de irse) te reúnes con tu hij@ aparte y le dices que falta poco para que se marchen...que aproveche de seguir jugando y que tu le avisarás cuando sea la hora de irse. (pídele un abrazo y pregúntale se entendió bien)

  • Hora de irse: llama a tu hijo, pídele un abrazo y dile que ya es la hora de marcharse. Si entiende y se dispone a irse...genial !!! Y si quiere quedarse un rato más?!?

  • Lo imaginable: asume que esto es lo esperable y entonces... ante su ruego de quedarse jugando "un ratito más" ...guarda unos segundos de silencio (5 segundos serán suficientes para generar expectativa) y finalmente le dices que: "solo puede ser posible si son nada más que 5 minutos" y que cuando pase ese tiempo si o si tienen que irse. Pregúntale si acaso entendió y después que te responda, pídele otro abrazo y le dices que aproveche de ir a jugar felíz esos 5 minutos.

  • 4 minutos después te anticipas: (aún falta 1 minuto para llegar a los 5 min.) le dices que falta 1 minuto para que se vayan y que aproveche de jugar ...que tu le vas a avisar cuando se cumplan los 5 minutos.

  • A los 5 (largos) minutos: le llamas y le pides un abrazo mientras le dices que lo has visto disfrutar mucho ...que ahora es momento de volver a la casa y que pueden volver otro día. Si entiende y se marcha contigo...genial ! Y si insiste en quedarse en la plaza jugando?!? Podría ocurrir.

  • Tu calma, calma: con toda la calma:

  • Ante la resistencia: podrás tomarlo en brazos, con todo respeto y trato, mientras sigues empatizando. Tiene todo el derecho a estar enojado y protestar. En este caso, evita amenzar ("si te portas así no vas a venir más a la plaza"), envita enjuiciar ("eres muy desagradecido conmigo que te traigo a la plaza"), evita reprochar ("así te portas cada vez que te traigo a la plaza?!?"). Guardas breves segundos de silencio y sigues empatizando.

  • Reflexión-aprendizaje: antes que termine el día y en un momento tranquilo, puedes conversar de lo que pasó al retirarse de la plaza. Haciédole ver que tu le entiendes, sin embargo le explicas que es muy importante llegar a tiempo a la casa para poder cenar, bañarse, poner el pijama y tener un tiempo de juego antes de dormir.







¿Cuál es la idea?

Tener recursos alentadores que estimulen el comportamiento sin necesidad de acudir a premios ni castigos para que hagan o dejen de hacer algo y de esta manera ir cultivando en ellos/as el sentido de responsabilidad personal, la capacidad de tomar decisiones por sí mismo y promover la auto-regulación emocional para saber como resolver los desafíos en el futuro.





Si llegaste hasta aquí, es porque sabes que la Disciplina Positiva te puede ayudar.


Te vamos a apoyar en la crianza de tus hij@s.

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